SHAOLIN, vivero de campeones
Ni más ni menos que 10 medallas: 3 oros, 2 platas y 5 bronces. Ese fue el resultado de la actuación de los deportistas del Club Deportivo Shaolin que participaron en el Campeonato del Mundo de Kick-boxing, celebrado en Alicante del 2 al 6 de noviembre. El Ayuntamiento de Xirivella ha homenajeado a los campeones mundiales con un acto en el que se hizo entrega de una estatuilla conmemorativa. Durante el mismo la concejala de Deportes, Amparo Adalid, felicitó a su entrenador José Luis Pepiol, “quien ha logrado que este equipo de Xirivella sea el más laureado de toda la Selección Española”.
La receta para tanto éxito es la búsqueda de la excelencia en su gran pasión, las artes marciales. Así es José Luis Peipol (el Sensei para sus alumnos), propietario del Club Deportivo Shaolin de Xirivella. No para un momento. Cuando no está dando clases, organiza competiciones, atiende a sus alumnos, entrena a profesionales.... Y lleva casi 30 años al frente de su “escuela” impartiendo disciplinas como el Kárate, Boxeo, Karate Jitsu, Full Contact, Kick y Thai Boxing.
Sus inicios en el ámbito de las artes marciales se remontan a la afición de su padre por el boxeo. “Me llevaba a practicar al Barrio del Carmen. Luego empecé con el judo y más tarde me metí a fondo con las otras disciplinas. He entrenado en China, Japón, Los Ángeles…”. Así, su formación en artes marciales, junto con su carácter, están estrechamente ligados a sus numerosos viajes a los templos de las artes marciales como Shaolin en China (que precisamente da nombre a su club), o a los severos monasterios de Japón.
Una gran familia
Los alumnos que reciben clases en el C.D. Shaolin no tienen un perfil definido. Los hay de todas las edades, profesiones y sexos. De hecho el ex alcalde de Xirivella, Miguel Martínez, acudía hasta hace bien poco, con sus casi 80 años, a sus clases de Full Contact. También el género femenino está presente, aproximadamente en un 10% del total y “cada vez son más”. “Muchas mujeres se lo plantean como un tema de autodefensa”, asegura José Luis.
Respecto a los más pequeños, Salma Sextius, de 7 años, lleva un año practicando kárate. Su madre, Emma Mejías, dice que ha notado en ella un importante cambio de actitud. “Le ha aportado disciplina”. Lo mismo le ocurre a adultos como Francisco Benlloch que recibe clases de karate desde hace 4 años, al igual que sus hijos, y para quien el C.D. Shaolin es como “una gran familia donde nos conocemos todos”.
Precisamente éste es uno de los aspectos de los que José Luis Peipol se siente más satisfecho. “Más que de todos los triunfos deportivos estoy orgulloso de la calidad de las personas que vienen aquí”. El concepto es diferente al de un gimnasio al uso. “Aquí los alumnos no vienen simplemente a hacer ejercicio, ducharse e irse a casa. Intentamos sacar lo máximo de cada uno”.
Éxitos deportivos
El Club Deportivo Shaolin es toda una leyenda en el mundo de los deportes de contacto, especialmente en el kick Boxing, por su elevado nivel y su cosecha de campeones en competiciones nacionales e internacionales. De hecho, José Luis Peipol entrena a deportistas profesionales de toda la geografía. “Les digo que si quieren conseguir ser competitivos han de trabajar por encima de sus posibilidades. En todos los ámbitos de la vida, hay que dar lo mejor de uno mismo”.
A nivel de campeonatos, Pepipol asegura que la franja de edad que más compite está entre los 10 y los 16 años, pero a partir de 5 años ya pueden formar parte de las denominadas katas (exhibiciones). “Es bueno para que los niños y niñas se auto superen y aprendan a dominar el nervosismo y el miedo escénico”.
Así es el día a día en el Club Deportivo Shaolin. Su propietario ya está pensando en organizar una Velada de Kick Boxing y Boxeo a finales de año en el Polideportivo de Xirivella. “Hace dos años hicimos un montaje espectacular. La gente respondió abarrotando el polideportivo”. Y es que detrás de este proyecto deportivo, y de vida, están muchos años de trabajo, muchos viajes competiciones, esfuerzos… “Sinceramente me gustaría que todo esto el día de mañana no se perdiera, y que mis hijos le dieran continuidad. En cualquier caso, aquí dentro hay gente suficientemente competente que, sin lugar a dudas, podrían sustituirme”.
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