El honor, la más alta palabra que un guerrero o un luchador ha de tener como la mas alta de las insignias que ha de guiar nuestra conducta. El honor es además una de las palabras que con el tiempo mas se ha deformado. Y ahora no padece una deformación, sino que directamente se ha perdido, se ha diluido. En un mundo donde ya de por si los valores se han perdido, se han relativizado, el honor es uno de los que mas ha padecido esta pandemia.
Cierto es que cuando alguien te pregunta inocente que es el honor, fácilmente nos vamos por la tangente, y en seguida nos vamos a ejemplos de héroes épicos, de caballeros de la edad media, o incluso nobles del siglo diecinueve que se batían por él y estaban dispuestos a perder la vida. Sin olvidar que en seguida recurrimos a discursos sobre ética y moral que fácilmente se llenan de vacío paradójicamente.
El honor es un puente, un puente que une a las generaciones de hombres y mujeres con sus antepasados Un puente que nos une sólidamente entre nosotros, dándonos la confianza necesaria para tratar y convivir en sociedad. De lejos los puentes parecen como estructuras macizas, un único bloque sólido colgando entre los abismos o las aguas de la desconfianza y la incertidumbre, incluso algunos, dirían que puentes que cuelgan entre los abismos de la barbarie.
Pero los puentes de cerca cambian de aspecto, se convierten en estructuras compuestas de pequeñas piezas, de entramados más pequeños que soportan el auténtico peso de la humanidad.
El honor, como muchos valores importantes, es eso. Un puente si, que de lejos es uno, pero de cerca se compone de varios elementos, conceptualmente se hablaría de matices.
El honor, supone respeto, disciplina, principios, lucha, altruismo.
El honor supone respeto, respeto hacia uno mismo, pero también respeto a los demás. Sé es honorable cuando actuamos siguiendo unas normas en las que no solo nos preocupamos por lo que queremos sino también nos preocupamos por los medios que utilizamos para conseguirlo. Evaluamos tanto lo que queremos como lo que estamos dispuestos a hacer para conseguirlo, es decir, los medios para llegar a ello. Buscamos el equilibrio entre nuestros deseos y las consecuencias que tienen nuestros actos en las vidas de los demás.
El honor supone disponer de nuestra vida según un código y unas normas que serán las guías en caso de dilemas o problemas. Pero no solo supondrán una vía de acción, sino también un objeto que proteger, defender hasta las últimas consecuencias. El honor es un código en si mismo que supone en primer término cumplir con lo prometido, las obligaciones son el eje central de todo esto. Las obligaciones y su cumplimiento son un fin en si mismo. No se busca el beneficio o la facilidad en su cumplimiento, sino que nuestro hacer futurible sea una garantía antes de que se confirme.
El honor, supone el altruismo, abandonar el propio ego. Las personas no pueden ser tratadas como medios sino fines en si mismos. El honor no supone ser un simple sirviente sin voluntad, sino que aquellos que conforman tu realidad no te son ajenos. Compartes hasta lo posible sus preocupaciones y sus alegrías. Y buscas como he dicho anteriormente equilibrar tus deseos y tu voluntad con los deseos y las vidas de los demás, entendidos no como individuos sino como conjunto.
El honor tambien supone confiar en el otro hasta que no se demuestre lo contrario. Hemos de tener incluso fe en el honor de los otros a parte del propio. El respeto a los demás forma parte de esto, confiar en ellos es respetarles, respetar a veces supone ser capaz de asumir riesgos. Pero si el otro se comporta con honor será consciente de riesgo asumido y responderá en consecuencia. DEPORTIVO SHAOLIN FUERZA Y HONOR
fuente VANETAI
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